MUERTOS DE HAMBRE
“... nos pasamos la vida muriéndonos de hambre.” — Macario. Es que el hambre no se siente solo con la panza, Macario. — L. Skrpz. Hambre. Ese dolor imposible de ignorar, imposible de ocultar, imposible de acallar o de suprimir porque viene desde adentro uno. Es la manera en la que nuestro yo más bestial, más orgánico, más básico, se comunica con nuestro yo consciente y domesticado, sometiéndolo para obligarnos a movernos para conseguir eso que necesitamos, eso que nos falta, eso sin lo cual no podemos vivir. El hambre es como una brasa que, al mismo tiempo de ser débil y fácilmente extinguible, tiene el potencial de crecer hasta convertirse en un fuego cuya furia nos va regresando a un estado básico que nos hace capaces de lo que nunca creímos, que difumina los límites de lo bueno y lo malo, que degrada la moral para ignorarla por completo. Una furia que nos inunda, que nos inv...